" ¿Qué tanto puedes creerle a tus ojos? Será verdad todo lo que ven o solo es una alucinación".
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— Creo… que lo olvidé —respondió soltando en carcajadas el hombre mayor.
Massimo dejó escapar un largo aliento. En fin, las características que el taxista mencionó no eran cosas poco usuales. Seguro debía ser alguna otra mujer con facciones muy parecidas.
Luego de esa breve conversación, Massimo prefirió guardar silencio. Tenía tanto por hacer al día siguiente. Una de las construcciones de sus clientes estaba cercana a la residencia que tenía abandonada desde hacía cuatro años. Luego de ese fuego infernal, dejó la casa en manos de su padre, quien logró lo inimaginable. Todo lucía casi perfecto, como si nunca hubiese existido tal incendio. Sin embarg
