" Cuando los impulsos son tan fuertes, que el cuerpo responde libre voluntad". ^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^ La fricción de ambos cuerpos, y la humedad que la empapaba, provocaba que las manos de Massimo no quisieran apartarse, ya la tenía apretando de la espalda. La tenía a su total deleite. Estaba más que caliente por tomarla y llevarla a su cama, sería una mentira negarlo. Sus dedos continuaron moviéndose, pasando está vez por la cintura y caderas de ella. ¡Señor! La vista que él se llevaba era más que un simple regalo. La mejor manera de despertar. Bajó su boca cerca al cuello de ella, exhalando su respiración, que terminó provocando que el cuerpo de Stella se estremeciera entre sus manos. Que sabroso bocado, bien podría devorarla ahí mismo. Pegar sus labios y carga