" La mano que nunca has de soltar. El destino aún arma el rompecabezas, y el hilo que nos mantenía unidos está retornando a su origen". ^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^ Una semana pasó desde entonces. Massimo no dejaba de pensar en su misterioso ángel. Era inevitable seguir negando lo que su cuerpo sentía. En cada actividad que realizaba en su vida. Minuto a minuto, ella siempre estaba presente. — ¡Maldición! —gruñó golpeando la mesa de su oficina—. Debí haberla alcanzado ¡Maldita sea! ¿Qué debe estar pensando de mí? Que solo me quise aprovechar… es lo más seguro. Un solo beso, tan solo uno, fue suficiente para que su cuerpo despertara a la pasión y al deseo. Esa mujer no sólo era bella, también conocía el arte de amar, la forma en cómo le tomó el ritmo con los labios, era ma