" Libertad. Nada como respirar el aire sin las barreras de las exigencias y órdenes". ^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^ Antonella no podía creer lo que Carlo decía; eso era imposible, algo totalmente descabellado. — ¿De qué estás hablando Carlo? No puede ser verdad. Tú no pudiste ver a Stella, ella está… está… — ¡Antonella! —la llamó con seriedad—. No estoy loco. — No digo que lo estés, pero pudiste haberla confundido. Anoche hablamos de ella… y la mente seguro te jugó una mala pasada. Carlo pensó y de alguna forma Antonella tenía razón. Pero todo era tan real que hasta el mismo dudo y terminó desmayándose. — ¿Tú crees que así sea? —dijo con dudas—. La mujer era idéntica, incluso cuando me miró, visualice a la perfección esos ojos verdes —cayó unos segundos pues el nudo