"¡Déjame ir!" Chandler hizo todo lo posible por liberarse, pero no pudo ni siquiera después de haber agotado todas sus fuerzas. Por el contrario, sus grandes manos apretaron con más fuerza. Su cintura estaba pegada a su mano, su cuerpo solo podía pegarse al de él y no podía moverse. "Michael, ¿qué diablos quieres hacer?" después de luchar por un rato, Chandler jadeaba y tenía los brazos entumecidos. "¡Besarte!" dijo la primera frase después de entrar en la habitación. Bajó la cabeza y selló los labios de Chandler. Luego se tragó toda su protesta e insatisfacción. Su beso creciente no solo hizo que Chandler no pudiera resistirse, sino que tampoco pudo detenerlo. Quería alejarlo, pero no sirvió de nada. Al final, tuvo que aceptarlo pasivamente... Cuando Chandler estaba a punto