Capítulo 4
734 Words
En el momento siguiente, Chandler levantó la cabeza y se dio cuenta de que estaba pensando demasiado.
Michael Guan sacó 150 yuanes de su billetera y los colocó frente a ella. Dijo con una cara seria: "Señorita Su, creo que necesito aclararle que no tengo ningún otro trabajo a tiempo parcial y solo me encargo de la presidencia del Grupo Brilliance. ¡Así que, por favor, coja estos 150 yuanes!"
Chandler Su no pudo evitar sentirse un poco graciosa. ¿Por qué se preocupaba por algo tan pequeño? ¿No solo quiere afirmar que no es un juguete?
"Entiendo lo que quiere decir, presidente Guan", Chandler Su lo dijo con una sonrisa.
Resultó que el gran jefe la llamó aquí solo para declarar que no tiene un trabajo especial. Aceptaría la solicitud en un santiamén.
Sin embargo, el siguiente gesto de Michael Guan confundió a Chandler Su.
Cuando Chandler Su se acercó para coger esos 150 yuanes, inesperadamente él arrojó otro billete encima.
Ella lo miró confundida y no entendió lo que quería decir. "¿Presidente Guan?"
"Estos 100 yuanes son tu recompensa por anoche". Los ojos de Michael Guan estaban llenos de superioridad.
¡Mierda! Chandler Su tenía muchas ganas de maldecir en este momento.
Quería decir que era una prostituta, que era incluso cincuenta yuanes más barata que un juguetero con malas habilidades. Solo valía cien yuanes, lo que significaba que la humillaban por ser barata.
Si no fuera por el hecho de que toda la familia dependía de ella económicamente, Chandler Su lo habría abofeteado directamente y le habría dicho que ella no era alguien amable.
Sin embargo, tuvo que bajar la cabeza bajo su techo. Chandler Su, llena de ira en su pecho, se dijo a sí misma que debía calmarse y mantener la calma.
En este momento, Michael Guan la miró con vistas burlonas. Quería ver que ella se ponía del mal humor. Ella no le dejaría triunfar.
Después de volver la mirada, Chandler Su avanzó y recogió los 250 yuanes. Sostuvo los billetes y le dijo al presidente Guan con una sonrisa brillante: "¡Presidente Guan, eres un idiota!"
La cara de Michael Guan cambió de colores inmediatamente como Chandler Su esperaba. Antes de que pudiera reaccionar, ella dijo: "Si no tiene nada más que decirme, volveré a trabajar".
Después de salir corriendo de la oficina del presidente, Chandler Su se encogió de hombros con complacencia.
Cuando estaba en la universidad, fue el mejor controversista en los debates del campus. ¿Si quiere discutir con Chandler Su? ¡Tendrás un largo camino para recorrer!
"¿Por qué te busca?", tan pronto como Chandler Su regresó a la oficina, Lisa Qiao la detuvo y le preguntó en voz baja.
Chandler Su puso los ojos en blanco. "Solo para aclararme que no es un juguete".
"¿Y entonces?" Lisa Qiao quería desenterrar otras noticias exclusivas.
"No hay nada más". Chandler Su se encogió de hombros.
"¡Muy aburrido!" Lisa Qiao perdió por completo su curiosidad.
"¿Te ves bastante decepcionada?" Chandler Su no entendió lo que estaba pensando Lisa Qiao.
Había algo de picardía en la sonrisa de Lisa Qiao. "Pensé que quería obtener más de ti".
Chandler Su inmediatamente frunció los labios y dijo: "¡Todavía quiero vivir unos años más!"
"El gran jefe es un hombre excelente, como un tónico, que puede prolongar la vida de una mujer " Lisa Qiao bajó la cabeza y miró la foto de Michael Guan en su teléfono móvil.
En tan solo unas horas, la foto de Michael Guan se había difundido por todos los teléfonos móviles de todas las empleadas del Grupo Brillance.
"Los buenos siempre caen en las manos de algunas viejas brujas. Soy joven y hermosa. No lo necesito". Chandler Su negó con la cabeza con una sonrisa.
"Oye, ¿a qué sabía el tónico?" Lisa Qiao se acercó a ella con una sonrisa.
Chandler Su enarcó las cejas y sonrió. "Es amargo. Puedes intentarlo si no me crees."
"Ojalá pudiera saborearlo." Lisa Qiao puso los ojos en blanco y regresó a su asiento.
Chandler Su sí lo probó, pero estaba tan borracha que olvidó a qué sabía realmente.
No importa lo bien que haya probado, sigue siendo un idiota. Encima, es un idiota poco romántico de cara fría.
Chandler Su negó con la cabeza. Él no era su taza de té.
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