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-¿Tienes todo? -Caroline Swan le preguntó a su hija de dieciséis años de edad, mientras esta se mantenía parada frente a ella; ella frunció sus labios pintados de color rojo, sabiendo que esta sería la única oportunidad que tendría.
Sophia Swan asintió con su cabeza, tratando de no pensar en lo que su madre estaba haciendo. Ella se encontraba herida de que su madre estaba, básicamente, deshonrándola por lo que había pasado, especialmente luego de que ella estaba tomando responsabilidades por ello.
-Bien. Ahora, quiero que escuches a tu tío Charlie -Caroline dijo, chequeando su reloj Cartier tank American de modelo pequeño. Sus uñas con manicura recordando que ella tenía que apurarse con aquello, pues tenía una cita que no podía perderse.
Sophia asintió con su cabeza mirando su pasaporte, su madre no estaba interesada en hablar con ella luego de lo que había pasado. Solo lo estaba haciendo porque estaban en público y la rubia solo tenía dieciséis.
-Dios sabe que él no necesita que estés causándole algún problema, especialmente con esa prima tuya -Caroline reflexiono arrugando su nariz, ella le había rogado a su hermano mayor que pusiera a su hija en un manicomio cuando él la había llamado por algún consejo de qué hacer con ella.
Charlie se había negado rotundamente y dijo que su hija, Isabella, necesitaba a alguien con quien hablar. No estar encerrada como si fuera una persona loca o algo.
-Tu padre ya ha enviado tu auto y mami seguirá pagando por tu cuenta bancaria así puedes comprar cosas para esa cosa -Caroline dijo, finalmente mirando a la razón por la cual estaba enviando a su hija hacia Forks; la desgracia que llevaba su apellido por lo que había hecho Sophia.
Mia Swan tenía apenas un mes y era un accidente. Había sido concebida la noche que Sophia cumplió dieciséis y, debido a que su madre se negó a renunciar a ella, ahora se encontraban de camino a Forks.
Sophia se tragó un comentario mordaz sabiendo que aquella discusión con su madre no haría ningún bien en aquel momento; se preguntó si su tío Charlie sabía el porqué de la razón por la que era enviada a vivir con él.
Caroline se negó a reconocer que Mia era su nieta y apenas le había contado a alguien que no necesitara saber que aquella bebe era hija de Sophia; ella se encontraba furiosa que su hija le hubiera hecho aquello.
- Gracias, madre- Sophia respondió, moviendo su agarre en Mia.
La rubia le sonrió a su hija, sabiendo que ella sería la mejor madre que pudiera por ella. Sophia no había visto al padre de Mia desde que ambos les contaron a sus padres que se encontraba embarazada.
Caroline asintió su cabeza rígidamente, ojeo el jumper de punto melocotón con parches en los codos de su hija y los jeans ajustados de tiro bajo que combinó con botas negras de tobillo para el viaje. Caroline no era capaz de comprender porque su hija no podía vestirse bien por al menos una vez.
-Es mejor que te vayas, no necesitamos que pierdas tu vuelo -Caroline musitó, direccionando a su hija hacía seguridad; no quería derrochar otro segundo en el aeropuerto John F. Kennedy, tenía demasiadas cosas por hacer.
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Charlie pasó su mano su cabello mientras se preparaba para dirigirse hacia el aeropuerto Seattle-Tacoma. Miró en dirección de su hija, preguntándose si Sophia sería capaz de ayudarla de alguna manera. Él no tenía ni idea de él porque su hermana menor estaba enviando a su sobrina 4868 kilómetros solo para castigarla; Caroline se había rehusado a decirle lo que estaba sucediendo.
-Iré a recoger a Sophia ahora, ¿quieres acompañarme? -Charlie le preguntó mientras recogía las llaves de su patrulla policial mientras miraba a Bella esperanzado.
Habían pasado meses desde que Edward se había marchado y ella no era la misma desde ese entonces. No era sano y él esperaba que Sophia pudiera ayudar de alguna forma.
Bella pestañeo mirando a su padre. Ella recordaba vagamente la furiosa llamada que había llegado dos semanas atrás por parte de su tía. Ella no sabía sobre que era, solo que su prima ahora iba a vivir con ellos.
-Seguro -Bella aseguró mientras se paraba de donde se encontraba sentada.
En realidad, no tenía nada que hacer ya que ninguno de sus amigos la llamaban más; se había cerrado luego de que Edward se fuera.
Charlie le sonrió mientras salían de la casa. Miró a Bella sabiendo que mientras él había intentado todo, Sophia, tal vez, podría lograr que Bella se abriera con ella.
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Llevando al hombro su bolso n***o con panel de tejido azteca, Sophia resoplo cambiando su agarre en Mia por un momento así lograba poner sus maletas en el carro. De repente, ella se encontraba agradecida que alguien había inventado el carro para las maletas así no tendría que luchar completamente.
Sophia ignoró algunas de las miradas y susurros que obtuvo mientras caminaba a través del área de reclamo de equipaje. Era algo a lo que se había acostumbrado durante los últimos meses y, en realidad, no le molestaba más desde que había tenido a Mia.
Entrando en el área de recogida, Sophia mordió su labio mientras miraba a sus alrededores intentando encontrar a su tío en el camino y meciendo a Mia un poco sabiendo que, luego de un vuelo de cinco horas y media, su hija querría tomar una siesta pronto.
-Sophia - Llamó una voz, haciendo que Sophia suspirara de alivio mientras se giraba para ver a su tío y prima esperando por ella.
Mordió su labio encaminándose hacia ellos, sabiendo que esta sería una reunión interesante.
Charlie sonrió ante la vista de su sobrina, había crecido demasiado desde la última vez que ella lo había visitado ocho años atrás. Tenía que admitir que ella le recordaba demasiado a su hermana.
-Hola, tío Charlie -Sophia saludo con una sonrisa nerviosa. Ella sabía que él no había visto a Mia todavía gracias a que la bebe se encontraba escondida detrás de las dos grandes maletas que se encontraban en el carro.
Bella forzó una sonrisa en sus labios lo mejor que pudo, sus ojos marrones sin vida miraban a su padre mientras este se movía para saludar a Sophia y ayudarla con sus cosas.
-Hay alguien al que me gustaría que los dos conocieran -Sophia dijo con cariño, moviéndose para mostrarle a Charlie y Bella su hija.
Ella ya podía ver que su madre no había dicho nada sobre Mia.Charlie frunció el ceño mientras se preguntaba de qué estaba hablando su sobrina antes de que saliera de detrás del carrito con un bebé en sus brazos.
Bella pestañeo, un poco sorprendida, a la vez que observaba a la bebe que Sophia sostenía. Sabía que lo que sea que haya sucedido en New York era mucho más serio de lo que su tía le había contado a Charlie.
-Esta es Mia, mi hija -Sophia dijo abrazando a la bebe de un mes en sus brazos.
Ella sabía que esto era shockeante para ambo. Juzgando por la cara de su tío, ella brevemente se preguntó si debería haberle advertido primero.
Charlie se quedó boquiabierto en cuanto realizo porque su hermana había enviado a su hija a él. Sus manos se apretaron furiosamente gracias a que su hermana había echado a Sophia solo porque se había convertido en una madre adolescente.
-Hablaremos de esto en cuanto lleguemos a casa -Charlie murmuró rígidamente mientras tomaba una profunda respiración para calmarse.
No era necesario hacer una escena en ese instante, especialmente viendo que Sophia lucia exhausta y sabiendo que Mia necesitaría ser cuidada antes de que todo lo que sucedió fuera explicado.
Sophia asintió con su cabeza, preguntándose qué diría su tío cuando ella le contara que le había sucedido en los últimos meses.