Tras haber saludado a mi madre no había manera de que dejara de preguntar por mi presunta pareja, la cual no pude conseguir por percances imprevistos. —Dominic, dijiste que la conocería, ¿ahora que me dirás? De seguir retrasando esto empezaré a pensar que lo que supe de ti es cierto. —¿Cómo? Ahora de qué hablas, madre. —Estuve hablando con unas amigas y una de ellas mencionó que eres uno de esos chicos que no gusta de chicas, lo cual si es cierto no es nada agradable para mí, sabes perfectamente que desde que tu padre falleció has sido el único hombre en mi vida. —Tranquilízate, no es asi, ya te dije que si tengo novia es solo que… —Dominic, dime la verdad, ¿eres… gay?—su mirada fija sobre la mía me hacía dudar si seguir con esta mentira, no obstante, no pude, no pude decirle sobre mi