Sol y Luciano estaban felices de nuevo juntos. Una semana después decidieron viajar al orfanato de Chaise, las hermanas Paulina y Sofía estaban felices con su regreso, al igual que el resto de sus conocidos.
Fue durante la cena que prepararon para celebrar, que Luciano pidió a Sol que se casará con él, emocionada y llorando de felicidad aceptó.
Pronto comenzaron los preparativos de la boda, Luciano no quería perder más tiempo y la fecha se acordó para el veintiuno de diciembre de ese mismo año. La ceremonia se haría en playa Firuze
—Pero, gastarás demasiado dinero —dijo Sol consciente de los gastos
—El dinero es lo de menos, no te preocupes por nada.
Sol estaba feliz, Mauricio Hayas estaba diseñando su vestido de novia, aunque se encontraba en Buenos Aires.
Ese día Sol iba rumbo a l
