Me costó mucho trabajo despertar por la mañana y aún así lo hice, en tiempo y forma, la cama me reclamaba y mi cuerpo estaba dolorido del esfuerzo físico que había realizado un día anterior. Extendí mi mano para sacar unas aspirinas de mi mesa de noche, esperando que el dolor muscular bajara en lo que me metía a bañar. Mi celular era un nido de notificaciones de gente que compartía el cartel, que reaccionaba o comentaba, y claro los mensajes privados, algunos pidiendo cuadros, otros no los entendía del todo, pero trataba de ser cordial con todos, aunque no lo fueran conmigo. Algunas personas más me mandaron mensajes a mi w******p, supongo que esperando jugarme una broma como antes, pero había aprendido la lección con las chicas del parque, así que había aprendido los dígitos legibles d