Lucero No me sentía muy cómoda estando en este lugar, mil preguntas se formulaban en mi cabeza respecto a lo ocurrido y tampoco sabía si confiar del todo en Abiud y Ahmed, aunque al menos reconozco que ambos me protegieron en el hotel. Salgo de la ducha mucho más fresca después de la persecución que tuvimos y veo unas prendas colgadas en el perchero, la tela del jabador es de un color vino que llega a las rodillas, se ve muy fina y tiene un decorado hecho a mano con piedras preciosas y encaje en color marfil, acompañado también de un pantalón con una blusa, ambas piezas son blancas bastante frescas, creo que a mi madre le habría gustado. Me gustaría decir que es mejor vestir mi ropa, pero considerando el hecho de que no la encuentro por ningún lado, opto por vestir lo que me han dejado