Lucero Intentaba rezar todo lo que me enseñaron en el convento y hasta lo que no existía cuando Sharif se separó de mí, no sé qué está pasando con mi sentido común que pareciera perderlo cuando él está tan cerca, pero lo peor de todo fue cuando me giré al escuchar la voz de Abiud al otro lado de la línea, no entendía lo que decía con claridad, pero sabía que era él, entonces la cara de Sharif pasó a una de total preocupación, cortó la llamada y tomó mi muñeca con fuerza. —Tenemos que salir de aquí, corre. Nos levantamos en el acto rumbo al auto, nos habíamos apartado bastante y la arena no ayudaba demasiado. —¿Qué ocurre? ¿Otra vez los gorilas de tu padre? —pregunté bastante preocupada sin dejar de correr. —Sí, al parecer nos encontraron y vienen por nosotros. Aceleramos el paso tant