Capítulo 2

964 Words
 Capítulo II Esa tarde no quise recibir más visitas, tenía miedo de las personas que pudieran ir a verme, le pedí a uno de los enfermeros que prohibiera el paso a mi habitación a menos que fuese mi padre, fingí dormir cuando caía el atardecer y lo sabía porque las ventanas no estaban tapadas por las cortinas en el día, a lo lejos había una discusión entre Ricardo y si mis oídos no fallaban era Nadir, no pude escuchar lo que decían pero el segundo estaba muy molesto por algo, mas lo deje pasar pues no me pareció importante. No dormí en la noche tampoco, quería huir de ahí lejos. El amanecer me dio los buenos días, como siempre en las mañanas un grupo de doctores entraban como una estampida a mi habitación para hacerme los exámenes, por suerte estos serian los últimos y podía irme a casa, aunque no conocía siquiera esa palabra. Por fin me darían de alta, papa llego muy temprano con un bolso para que me cambiara por lo que imagine era la ropa que usaba, un suéter de seda gris con un mono deportivo n***o y mis tenis, perfecto además de cómodo. Me despedí de todos dándoles las gracias por atenderme, era su trabajo si pero no significaba que no sería agradecida. La doctora Sullivan me agendo dentro de un mes con el doctor Cortez, un neurólogo al que asistía meses antes me explico ella. Respire aire fresco por primera vez en tanto tiempo, puse un pie fuera de la clínica y ya me sentía diferente, sonreía como una niña pues no ocultaría mi felicidad. De camino al auto nadie hablo, el silencio no era incomodo más bien me ayudaba a pensar con claridad. Nos tomo unos veinte minutos llegar al departamento por el trafico en pleno medio día, el sitio quedaba un poco apartado de la ciudad y los edificios eran pintorescos de este lado, por fuera se veían viejos además de gastados, papa marco en el ascensor el piso número dos. Por lo menos no tendría que estar mucho tiempo aquí adentro, podía olvidar todo menos la fobia que tengo a estas cosas. Me lleve una grata sorpresa al entrar en lo que sería mi nuevo hogar, estaba amueblado de manera elegante y sofisticado con el comedor de madera, los muebles de cuero n***o, la cocina empotrada con diseños en blanco y n***o, el piso de madera con una alfombra debajo de la mesa de centro en la sala de estar. Esto es precioso- dije anonadada. Si, Nadir lo acomodo para ti- confeso Ricardo, me ha hablado mucho de ese hombre pero yo quiero que me cuente otras cosas de mi vida- Aquí vivíamos antes con tu mama. ¿Mi madre? ¿Dónde está ella?- pregunte con la esperanza de que me dijera la verdad, sin rodeos. Recuerda lo que dijo la doctora Sullivan-. Si padre, pero requiero respuestas- exclame frustrada, su cara se ilumino de repente haciéndome pensar que quizás dije algo malo- ¿Qué sucede? ¿Podrías repetirlo?- pidió, creo que mi cara de confusión le hizo entender que no sabía de que hablaba- Decirme papa, hace mucho no lo escuchaba. Papa por favor estamos con cosas importantes, te lo diré las veces que quieras pero dime donde esta mi madre- implore. Ven hija, sentémonos- dijo guiándome hasta el mueble, una vez en nuestros lugares se dispuso a contármelo todo. Debora, mi madre había muerto de cáncer a principios de este año y tenía un hermano llamado Daniel, que falleció años antes en un accidente de auto, lo único que me quedaba era mi padre. Trabaje en la empresa de Nadir, lo conocí siendo su secretaria y me enamore de él, también su familia me apoyo mucho además de que mi mejor amiga era una niña de diecisiete años que igualmente era mi cuñada y la había visto en la clínica. Florian y Vahar vinieron a verme en la tarde, no recordaba sus caras pero su amor hacia mí se mostraba sincero. Aida se había quedado en casa de una amiga, por eso no los pudo acompañar pero creo que todo fue una táctica del Sr. Harem. Querida, ¿Cuánto tiempo te han dado de reposo?- pregunto interesado, demasiado diría yo. Dos meses, señor- conteste insegura, el hombre era imponente por más avanzado que estuviera de edad. No me digas señor, me haces sentir viejo- dijo riendo, su esposa a su lado también rio, que personas tan simpáticas- tutéame Olivia. Lo siento, Vahar- obedecí apenada. Gracias, ahora te tengo una propuesta a la que no te podrás negar-. ¿De qué se trata?-. Mi hijo Zaid se ha ido, ustedes son grandes amigos- hablo Florian- El manejaba la vicepresidencia de la empresa "Brothersharem, Company" junto con Nadir, como Vahar lo hizo con su hermano. Ahorrémosle la historia amor- la corto el viejo Harem, con delicadeza- Antes trabajabas para mi hijo mayor como su secretaria, pero te necesito en la organización como algo mas y siendo una persona de confianza para mi, quien mejor que tu para ese puesto. Creo que no estoy entendiendo- exprese con el ceño fruncido. Quiero que te encargues de la vicepresidencia, no me tienes que responder aun querida si quieres pensarlo y cuando lo decidas pues, llámame-. > Despedimos al Sr y Sra. Harem a altas horas de la noche, se quedaron a cenar con nosotros pues papa los invito, no hubo más sorpresas ese día pero con las que me dieron me sentía asfixiada, demasiado para un primer día fuera de la clínica. Después de eso las semanas pasan muy rápido, diariamente venia el joven llamado Nadir a verme y se estaba convirtiendo en alguien molesto, no me puedo obligar a recordarlo y él tampoco, desde la primera vez que hablamos le deje claro que esa relación la cual había tenido con la antigua Olivia término, más él no lo entiende.
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