Capítulo I
Las enfermeras entraron de manera apresurada a la habitación, no sabía desde hace cuanto tiempo me hallaba ahí, ni tampoco el porqué. Sacaron al joven alegando que tenían que revisarme y no lo volví a ver en todo el día, no era como si lo recordara pero mi cuerpo reacciono a él sin mi consentimiento. Mi cabeza dolía demasiado, la doctora Sullivan explicó que los calmantes me harían sentir mejor en unos días. Me trajeron el desayuno, desperté a las siete menos veinte de la mañana más no me dejaron comer enseguida, por todas las evaluaciones médicas que me tenían que hacer en ayuna. En la tarde no quería dormir, no estaba cansada pero mi cuerpo se sentía rígido por las dos semanas que pase sin moverlo.
Me extrañé cuando el único familiar que se presentó a verme fue Ricardo quien dijo ser mi padre, sin embargo imaginaba que mi madre debía estar por ahí y tenia curiosidad del joven que encontré a mi lado en la camilla, no entendía cómo es que mi mente estaba en blanco, sin caras, sin nombres, absolutamente nada. Al pasar las horas llegó la cena de la cual casi ni probé, no tenia gran apetito más la ansiedad me invadía y me di cuenta que era poco o nada lo que descansaría esa noche. La mañana siguiente se presento una adolescente en la puerta, Aida era su nombre.
-Hola Oli- saludo.
Recordé la conversación con la doctora >.
-¿De verdad no recuerdas nada?
-No cariño, ¿Tu eres mi hermana?- pregunté confundida, a lo que ella rió.
-Ojalá, mis hermanos son unos idiotas- dijo haciéndome reír a mi esta vez- lamento decepcionarte, soy tu cuñada.
-¿Cuñada?- Aida asintió con la cabeza, lo que quería decir que yo tenía ¿Novio?— ¿Cómo es él?— si mis sospechas eran ciertas, sería el mismo joven.
-Su nombre es...— antes de siquiera pronunciarlo, se vio interrumpida por otra voz a sus espaldas.
-Olivia debe acordarse sola de las cosas señorita, no puede contarle más— dijo Sullivan, me sentí frustrada en ese momento pues la noche anterior intente acordarme de algo por mas mínimo que fuese pero solo se me venía a la cabeza esos ojos verdosos que me dieron la bienvenida.
-Lo siento, mamá debe estar buscándome— se excusó de camino a la puerta— Hasta luego, Oli.
Salió dejándome sola con la mujer que en vez de ser mi doctora parecía mi carcelera, trato de no molestarme con Sullivan porque sé que no es su culpa pero en el fondo lo que tengo es miedo.
-Sé que tienes muchas preguntas, pero el tiempo es el qué debe darte las respuestas que necesitas, no nosotros— reprendió de forma acusante.
-Con qué me diga mi nombre y mi edad no hago nada— reclamé alterada— ¿Dónde está mi madre? ¿Tengo hermanos? ¿Trabajo? ¿Siquiera termine la universidad?— pregunté llena de ansiedad, más ella no respondió— Bien, una fácil ¿Cómo fue que llegue hasta aquí?
-Disculpa, no puedo decir nada— dijo yéndose por el mismo lugar donde se fue Aida minutos atrás.
Sentí una especie de deja vu, como si hubiese pasado antes por esto, mi vista estaba enfocada en la pared y un escalofrió recorrió mi cuerpo, lo que significaba una sola cosa, el misterioso joven estaba aquí.
-Despertaste— susurró, como si no lo pudiera creer.
No entendía que clase de conexión teníamos como para que mi cuerpo reconociera su presencia antes de que yo pudiese verlo, a cualquier otra le parecería romántico más a mí se me hacia incomodo y hasta molesto. Su voz, fue la primera que escuché y registré en mi mente al abrir los ojos, era tan ronca y pausada como si pensara todo antes de decirlo. Me permití admirarlo, escaneándolo con la mirada mientras él hacía lo mismo conmigo, aunque no hubiese mucho que ver puesto que solo llevaba una bata blanca de clínica, en cambio él usaba un traje n***o con corbata de rayas azules y camisa gris, simplemente atractivo como negarlo, estaba embelesada hasta que hablo devolviéndome al mundo.
-¿Cómo te sientes?
-Mi cabeza está por explotar, mi cuerpo duele demasiado y no recuerdo nada de mi vida, fuera de eso todo está bien— respondí sarcástica.
-No fue mi intención, se por lo que...
-Olvídalo— dije cortante, no sabía porque pero estar cerca de él me producía intranquilidad, mi corazón se aceleraba pero no entendía que significaba él en mi vida.
-Nadir— respondió, su mirada se veía perdida quizás en un recuerdo.
-¿Qué?— pregunte confundida.
-Mi nombre es Nadir, Nadir Harem.
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-¿Y tú eres mi?— seguí indagando, alguien debía darme respuestas.
-Novio— dijo calmado.
Entonces estaba en lo cierto, aunque era una de mis teorías ahora no sabía qué hacer teniéndolo confirmado, él amaba a una Olivia que en este momento no existía. Se fue acercando a mi despacio, quizás con miedo al rechazo pero aunque mi cabeza no lo recordara, tenía claro de que mi cuerpo y mi corazón si lo hacían.
-Nadir— pronuncié su nombre por primera vez, él se hallaba sorprendido mas guardo silencio— ¿Qué me paso? ¿Por qué estoy aquí?
-Amor los doctores me prohibieron hablarte de eso, no quiero causarte más daño— expresó arrepentido.
-Bien, dejemos unas cuantas cosas claras— dije— Primera, no soy tu amor— bufé molesta— Segunda, no voy a estar en una relación con alguien que se me borro del cerebro y tercera quiero que te vayas.
-Pero Olivia, no puedes hacer eso— contestó dolido.
-Si que puedo, si me quieres vete por favor— puede que lo que estaba haciendo fuese una injusticia, más no podía estar con alguien que realmente no sabía si amaba, tampoco esperaba que él entendiera pero era mi decisión.
-Está bien, me iré pero no te dejaré sola en esto Olivia— musitó retirándose, antes de girar por completo la manilla para irse se dio media vuelta quedando frente a mi— Te amo— dicho eso se fue, dejándome sola y con más preguntas.
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Muy bieen muchas lo han pedido, ahora lo tienen aquí ♥️, empecemos con esta segunda temporada
Pd: Lo estoy subiendo en formato que estoy muy segura que no será el definitivo, así que igual disfruten♥️