Capítulo 4
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Capítulo IV
Papa me impone casarme con Nadir Harem, sin embargo yo no lo conozco, no siento amor por él como antes y no puedo pensar en una relación ahora. Dos meses han pasado, según mi neurólogo el golpe fue muy fuerte por lo que no recuerdo nada de mi vida antes, ni recuerdo a mama aparte de pequeños segmentos borrosos en mi mente y eso me pone sumamente triste.
Salgo a correr como todas las mañanas, hoy era el último día que tenia para darle respuesta a Vahar. Aida ha venido a verme todas las tardes después de las galletas, pero ahora acompañada de su madre Florian, me he encariñado mucho con ellas, en pocos días se iría a la universidad así que queríamos aprovechar todo el tiempo posible, la iba a extrañar mucho.
Respiro aire fresco en el parque, tengo mis audífonos puestos y cierro los ojos. Anoche no pude dormir con pesadillas, el psicólogo al que estoy asistiendo por petición de mi padre y el amargado de mi ex novio dice que son trozos de recuerdos en mi memoria, mas no me explico cómo es que me veo corriendo con la cabeza ensangrentada huyendo de una mujer llamada ¿Clarisa? Jamás he escuchado ese nombre, perdida en mis pensamientos, choco sin querer con una persona, mas especifica un muchacho.
¿Olivia? -pregunta, resulta que todo el mundo me conoce. Esto me está pasando muy seguido, me da vergüenza preguntar, pero es muy lindo- Soy yo, Benjamín.
Lo siento, no te conozco- digo apenada.
Entonces lo que me conto Loren era cierto, no recuerdas nada- hablo mas para el que para mí- Somos amigos Olivia, lamento lo que te paso.
No te preocupes, estoy bien- respondo, intimidada por sus hermosos ojos.
¿Quieres ir a tomar algo conmigo?- no debía aceptar, pero sabe mi nombre y quizás lo que dice es verdad.
¿Ahora?- observo mi ropa, estoy sudada y no quería que me viera así.
Aléjate de él, Olivia- Demanda una voz a mis espaldas, me giro encontrándome otra vez con el castaño, ¿Sera que no se cansa de perseguirme?
¿Quién eres tú para mandarme?- contesto enfadada, Benjamín se queda a raya de lo que está pasando.
Soy tu futuro esposo- el joven a mi lado se siente incomodo, lo puedo notar.
¿En la tarde te parece?- digo girándome hacia Benja.
Paso por ti a medio día- sonríe y se aleja de nosotros.
¿Qué crees que haces?- indaga Nadir tomándome del brazo.
Me estás haciendo daño- informo, afloja su agarre mas no me suelta- Lo que yo haga, no te incumbe.
Vamos a hablar seriamente, Olivia- declara dejándome sola, respiro y camino de vuelta al departamento.
Me bañe, busque algo en la alacena para hacer desayuno para papa y para mi, decidí no contarle de mi cita pues se molestaría mucho, todos estaban empeñados de casarme con alguien que apenas recordaba. Una vez lista la comida, me recosté un rato sintiendo la aproximación de un dolor de cabeza. De pronto siento unos leves toques en el hombro, Ricardo me pide que comamos juntos, estoy un poco desorientada pero igualmente obedezco.
¿Aceptaras la vicepresidencia de la empresa?- pregunta de pronto, quería evitar esta conversación con él, cuando se trata de la familia Harem papa era muy testarudo- Vahar confía en ti.
Aun lo estoy pensando- conteste evasiva, metiendo un bocado de panqueques a mi boca.
No tienes nada que pensar Olivia, es una gran oportunidad- dijo comenzando a cabrearse, lo supe cuando golpeo el tenedor en la mesa.
Papa yo tomare mis decisiones, ¿Está bien?-.
Si, lo siento hija pero quiero lo mejor para ti- respondió terminando el desayuno, se levanto despidiéndose de mí para irse.
Elijo un vestido suelto de color naranja para mi salida con Benjamín, me apresuro a alistarme pues con la discusión con Ricardo se me fue un poco el tiempo, duro mas duchándome de lo que acostumbro y enjuago mi piel con jabón liquido de pétalos de rosas, el olor que deja en mi es magnífico, también lavo mi cabello para que se vea mas reluciente cuando lo planche. Uso el perfume con la fragancia más dulce que es entre caramelo y vainilla, aplico levemente el maquillaje, terminando con un labial nude. El timbre resuena por todo el departamento haciendo que mi corazón se acelere, tomo mi bolso guardando mi teléfono en el más me llevo una sorpresa cuando abro la puerta.
¿Qué haces tú aquí?- Nadir se ve totalmente enojado cuando visualiza mi vestimenta, sin embargo no le doy gran importancia.
Tú te vienes conmigo- dijo cargándome como a un costal de papas,empecé a gritar y patalear para que me bajara pero no lo hizo. Cerró la puerta detrásde nosotros y comenzó a caminar quien sabe hacia dónde.
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