Capitulo IX  Mi cabeza obtiene un torbellino de información que mi cerebro no es capaz de procesar tan rápido, escucho a Dalila gritar mi nombre a lo lejos pero me encuentro paralizada, no puedo mover el cuerpo y mi visión es borrosa, pero puedo ver a Daniel. Mi hermano, lo recuerdo y a mama, Debora como pude olvidarte, la crisis toma el control y no puedo evitar llorar desconsoladamente. Me duele demasiado la cabeza, no soy consciente del tiempo, cuando logro despertar del trance los niños ya no están, la señora me mira con preocupación al igual que mi amiga. Una mujer de edad avanzada con cabello blanco como la nieve las aleja de mí, ubica un pañito mojado en mi frente y me doy cuenta de que estoy recostada en un mueble, no sé como llegue ahí pero es lo que menos me importa en este m