Somos iguales, pero opuestos . Mi cerebro todavía está pensando en eso. Es mucho. Especialmente con tanto ron de coco. —¿Qué hay detrás de la puerta cerrada?— pregunta Sabrina. —Todo su coño extra. Vete—, respondo. Y luego resoplo de nuevo. no me iré—, responde mi otro mejor amigo en el mundo entero. —Si me amas, te irás—, le digo. Ella se ríe de mí. —No es posible, cariño—. —Te daré una galleta—. —Cuéntame un secreto y tal vez me vaya—. Ja . Yo puedo hacer eso. —Un cerdo atacó el auto de Grant. Irse.— —Eso ya nos lo dijo en el bar—, responde. —Vaya.— No miro a Grant. Incluso bajo la influencia de mil piñas margaritas, sé que conté ese secreto. —¿Emma estaba enojada?— Yo susurro. —¿El cerdo se llamaba Chandler?— —Ahora es.— Todas las Sabrinas se doblan de risa. —Chandle