—Hace más una vez relleno si sabes de dónde viene—, dice como si fuera la cosa más razonable del mundo. —Descansa bien, cerdito. No quise matarte. Pero te prometo que encontraremos para tu cuerpo un hogar permanente donde serás amado y reverenciado—. —No puedo recibir señal. No podemos pedir ayuda si no puedo obtener señal—. —Alguien vendrá. La gente golpeaba a los animales en la carretera mucho antes que los teléfonos móviles, y sobrevivieron para contarlo—. —Caminaremos. No puede estar muy lejos para encontrar una señal. —Primero el cerdo en el baúl—. — No te estoy ayudando ...— No termino. No puedo. No cuando el animal muerto de repente lanza el chillido más impío y fuerte en la historia de los no-muertos, se pone de pie como si se hubiera metido un atizador caliente en el trase