Megan Taylor Levantarse por la mañana fue la tarea más difícil, después de que Isabella me echó ese cubo de agua encima, me quedé paralizada mirándola salir por la gran puerta de madera hacia el pasillo. Mi cama estaba toda mojada, pero aún así era mejor quedarse en ella que tener que enfrentar este día. El día de mi matrimonio no deseado llegó. Como quisiera despertar de esta pesadilla, poder dar paz a mi alma que en este momento se encuentra tan atribulada. Hay días en los que, lo único que quiero, es despertar. Ya no en este mundo, pero necesito repetirlo en mi mente todos los días. ¡Esperanza! Esta palabra enciende una llama dentro de mí, intento ser fuerte en todo momento pero a veces me derrumbo. En estos últimos días, todas las personas de esta casa se han esforzado por hacer de