NICHOLAS Estas dos semanas fueron una tortura, tuve que viajar a Inglaterra de urgencia por unos problemas en mi estudio allí y unos temas personales que no podía posponer. Lamente demasiado tener que irme así porque ni siquiera me pude despedir de Amalia, la última vez que la vi fue cuando la invite a almorzar y sé que se quedó inquieta por mi repentino cambio de comportamiento, pero no tengo aun el valor de contarle lo que pasa y sé que soy una porquería por eso. Pero a esta altura si tengo que ser honesto la extrañe, extrañe verla, besarla, acariciarla y perderme en ella. No sé qué efecto surtió en mi pero ya definitivamente no me la puedo sacar de la cabeza. Cuando llegue le mande mensajes y como no me los respondía la llame, pero siempre me derivaba al buzón de voz y si era objetiv