3 Cole Salté un metro en el aire cuando mi nuevo teléfono vibró en mi bolsillo, golpeando el duro techo de la camioneta. Solo había recogido el nuevo teléfono ayer, un pequeño regalo bono de Callie por haber trabajado en el app, pero no había tenido tiempo de ver las funciones más básicas. Mamá me dijo que me sentara con el manual y lo leyera, pero yo me había reído – eso era algo tan de las mujeres. Yo lo descubriría. Un teléfono era casi igual que el siguiente. Parecí haber perdido mi obsesión por los dispositivos conforme fui envejeciendo. En el pasado hubiera recorrido el nuevo juguete en momentos, pero ahora estaba feliz si solo hacían lo que yo necesitaba. Me sobé mi cabeza distraído mientras sacaba el teléfono del bolsillo de mi jean, luchando para que mis monedas no se salieran