CAPÍTULO 10 —Respira —susurro para calmar a Caroline, una chica que apenas sabe cómo sacar sus garras. —Soy mala en esto —contesta de la misma forma—, pasé por mi transformación hace una semana, no sé nada, y soy mala también en esto. —Escúchame —tomo su cara en mis manos, observando sus ojos color miel que destellan pureza y sinceridad—. Eres fuerte. Todos aquí lo somos. Ahora, sólo tienes que respirar y pensar en el blanco, no es solo disparar Caroline, es concentración y dedicación a esto. Caroline inhala agarrando algo de aire, la ayudo a ponerse en la forma correcta. Es la última flecha que le queda, ha intentado dar en el blanco más de treinta veces, fallando rotundamente en el proceso. Ahora ella lanza su flecha suavemente con concentración dando justo en el blanco. —Le di —ch