CAPÍTULO 19
Me observo frente al espejo con mucha atención, el largo vestido rojo de satén adorna mi cuerpo con elegancia y sutileza. El maquillaje profundo y trabajado es de infarto. Sin duda, me gusta el resultado. Bajo la mirada para encontrarme con unos grandes zapatos masculinos negros de vestir que no reconozco. Sin embargo, el aroma proveniente del hombre que los lleva si lo conozco a la perfección. Desde que es un híbrido ha practicado está mala costumbre que odio de aparecerse de repente, aprovechándose de la capacidad que tiene de moverse sin ser escuchado ni mucho menos visto. Es capaz de llegar con una rapidez increíble sin poder verlo venir. Sus sentidos se han agudizado a un extremo fascinante que ha atemorizado a varias distintas manadas, incluyendo algunos de los nuestros,
