Audrey está nerviosa. Hoy es el día de su boda. Todos están alborotados por ella. Ella quería una boda pequeña, pero nadie quería escucharla. Ni siquiera su mejor amiga, Sherley. Sherley dijo que ella merecía una gran y elegante boda, ya que ella era la que siempre mantenía a todos seguros y felices. Su madre y sus hermanos se pusieron del lado de todos los demás. A Audrey no le gusta tener mucha atención para ella misma, pero hoy no puede hacer nada. Ella ama a Isabella y a su madre, pero las dos señoras mayores se han apoderado de cada pequeño detalle de su boda. No tiene voz y tiene que sentarse y ver lo que está sucediendo. Isabella está mirando a Audrey. Puede ver que la joven está nerviosa. —Cariño, escúchame. La única razón por la que tu madre y yo nos hemos hecho cargo es porqu