Hotel Marriot Nueva York. Ya más relajados, por la pronta mejoría de Tony, su madre junto con Alfred. Dan rienda suelta a su oculta pasión, rápidamente Alfred le comenta: —Rebecca ¿Tú le has dicho a Grace de lo nuestro? —No a nadie ¿Por qué lo preguntas? —exclama Rebecca con asombro. —Estoy seguro que lo sabe, me lo insinúo el día, que Tony se puso mal. —¿No serán ideas tuyas? Como no la toleras. —No es cuestión de tolerancia. Grace es mala, abre los ojos. —Y si lo sabe ¿Cómo se habrá enterado? —Es lo que no se ¿Cómo nos descubrió? —Si Grace lo sabe, Dios mío que vergüenza. —Vergüenza, error, secreto. Ya esta relación se torna tormentosa ¿No lo crees Rebecca? —la mira con temor y rabia. —Por favor Alfred, no empecemos con lo mismo. Ya te hablado claro hasta el cansancio, de có