Ana queda petrificada, al ver a un costado como Alfred, beso rápidamente a Rebecca en la boca. Sostiene su vientre de la impresión y se dice mentalmente: «Esa señora me juzga a mí, cuando la que le está fallando a su hijo es ella, no entiendo a Alfred, si él adora a mi prometido, no puedo creer lo que acabo de ver». Se muestra Ana contrariada. De inmediato Alfred, se le acerca ignorando lo que Ana vio: —¿Cómo sigue Tony? —Un poco mejor, pero el doctor le prohibió las visitas. Solo entré por un momento y salí muy rápido. —¿Si quieres te llevo al periódico? —le propone Alfred. —No gracias, Danielle viene por mí—lo mira con recelo. —¿Te pasa algo Ana? Te noto extraña. —Bueno Alfred, yo no soy tapadera de nadie, ahí te va. Te vi cuando besaste en la boca, a la madre de Tony—Alfred, abr