Después de un largo día, llega Ana muy cansada a su casa, y desde ya la esperaba un gran interrogatorio de preguntas: —Hola ¿Y esas caras, paso algo? —pregunta Ana con confusión. —¿Eso queremos saber? ¿Qué pasa entre tú y el licenciado Hufman? —pregunta su padre, mientras, que su hermano la mira desafiante. —No entiendo. Ya Abel te lleno la cabeza de dudas, definitivamente tu hobby, es molestarme Abel—lo mira Ana con recelo. —Respóndele a nuestro padre, no evadas sus preguntas. —No pasa nada entre Tony y yo. —¿Tony? Ya ves papá hasta lo tutea. —Responde hija por favor, esta mañana tu hermano, te vio muy temprano irte en su auto. —Bueno papá, él me acompaño para la clínica, no le veo nada de malo. —Ana este tipo tiene todo de malo, sus intenciones, por ejemplo, son muy raras y ese