En realidad, el vestido de Yingying era de una marca muy importante y reconocida en el mundo de la moda y, aunque no se podía comparar con el vestido hecho a medida de Nan, ese atuendo también era muy costoso; inclusive, muchas artistas famosas ni siquiera se atrevieron a adquirirlo por su elevado precio. No obstante, ahora que estaba totalmente arruinado, Yingying se molestó mucho y, con el cuerpo temblando y la cara avergonzada, gritó furiosamente: "Su Nan, ¿cómo te atreves…?". Sin embargo, con una ligera sonrisa en el rostro, Nan la interrumpió y la amenazó firmemente: "Yingying, ¿acaso pensabas que te seguiré tolerando como antes? De hecho, ten muy presente que, si te atreves a provocarme de nuevo, yo misma te daré una lección y saldaré todas mis cuentas contigo". Al escuc