Errores mutuos

Capitulo 19

El sobre que se le fue entregado en la puerta de su casa contenía una convocatoria para agilizar el proceso de divorcio. No iba a tardar mucho si ambas partes estaban de acuerdo porque a final de cuentas, sólo sería una separación que no afectaba a nadie más que a ellos mismos, no tenían hijos, ¡Joder! El matrimonio Kim no tenía siquiera una mascota por la cual pelear la potestad.

El proceso sería rápido.

Héctor había hecho añicos aquellos documentos.

Había ido a la base todos los días para estar a cargo de la misma mientras se arreglaba el desastre que todo quedó hecho. Había sido demasiado fuerte para no irse en medio de los arreglos viendo a todos los hombres que estaban ahí tirados muertos debido a su esposo, pero al mismo tiempo, sabiendo que alguno de ellos pudo haber sido el asesino de Minying.

Luego de toda la cólera que llevaba encima y de pensar con cabeza fría él se preguntaba *¿Por qué lo pensé tanto?* . Al terminar con todo en la base llegó a casa directamente sin voluntad de ir a ver a Minying y se encerró en su cuarto sabiendo que nadie lo vería y lo señalaría por haber tomado una mala decisión que pudo haber terminado con su esposo muerto.

Héctor estuvo tanto tiempo pensando en el tema que su imaginación le mostró una situación alternativa de los acontecimientos: su esposo tirado en la nieve inmóvil y sin signos vitales, los ojos sin vida mientras pequeños copos de nieve le caían encima. Minying en un ataúd, Minying yéndose para siempre de su lado para no volver jamás.

Aún si Héctor quisiera odiarlo por haberle sido infiel no podía porque tal vez lo mismo que él sentía justo ahora fue lo que sintió su esposo al saber que Jaemin le engañó de la manera más vil que puede haber. Nunca se había arrepentido tanto de algo, jamás.

Es chistoso como todo puede cambiar así.

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>Héctor entró a casa con el mayor silencio que pudo para no despertar a su esposo pues, había dicho que iba a llegar antes de media noche pero el reloj estaba marcando las dos de la madrugada. No era su culpa, si tan sólo la situación no se hubiera salido de control las cosas pudieron terminar bien y no como terminaron. Odiaba estas misiones pero era parte de ser el mejor.

Subió las escaleras con cuidado y entró al cuarto de la misma forma, casi apenas tocando la perilla hasta girar."

"--Llegas tarde, Kook--"

Minying estaba sentado en el sillón cercano a la cama cubierta de edredones blancos. La lámpara estaba encendida, lo que dejaba ver la anatomía de Minying en el sillón cruzado de piernas y la vista clavada encima suyo.

Héctor tan sólo le dio la espalda y se sentó en la cama sin tener fuerzas de verlo. Tenían dos años de casados pero cada vez que llegaba de estas misiones encubiertas no podría darle la cara a su esposo al menos por varios días donde superara la culpa por sus crímenes.

Minying se levantó y se colocó a gachas frente a su esposo buscando sus manos pero Héctor las aparta.

"--No me toques. Estoy tan sucio ahora.--"

"--Sabes que nunca me ha importado eso, además, no estás sucio.--...--Sonríe amplio buscando que su esposo también sonría pero no pasa.--"

"--No hablo de ese tipo de sucio, Minying. Mis manos están llenas de sangre por todos lados. Hoy el presidente me mandó a una misión en las afueras de Seúl porque había un pequeño grupo de revoltosos que descubrieron unas cosas que no debían, lo tenían chantajeado y me mandó a por ellos, no podía dejar testigos así que acepté porque lastimosamente es parte de lo que soy y a lo que me dedico. Ellos estaban ahí pero había alguien más: el hermano de uno de ellos, tal vez no pasaba de los veinticinco.--...--Junta sus manos y por nada del mundo sube la cabeza, no tiene la fuerza para ver a su esposo.--...--Tuve que hacerlo, era inocente pero no podía dejar testigos. Tengo sangre inocente en mis manos, están manchadas por mis pecados y no hay forma de borrarlos. Aún no se como alguien tan bello como tú se haya casado conmigo, no me siento digno de tocarte.--"

Minying respiró profundo porque no era momento de estar triste, es el esposo de Kim Héctor y debe estar a su lado en las tempestades y estas situaciones forman parte de todo. No simplemente todo iba a ser felicidad, hay situaciones que lo llevan a tragarse las lágrimas y darle apoyo a Héctor.

"--Hec, mi amor, eres tan digno de mi como nadie.--...--Agarra sus manos y las coloca en su cadera.--"

"--Minying no..."

"--Tócame, eres mi esposo y no me importa las cosas que has tenido que hacer. Entré a las fuerzas Armadas viendo la peor faceta que tienes.--...--Le dio un beso en la mejilla.--...--Y con todo ello terminé enamorado de ti. Te amo, si tienes la loca idea que soy muy puro para ti sólo tócame, bésame y limpia tus pecados conmigo. No vas a dañarme, no dejarías que nadie me hiciera daño, sé que tu no me harías daño. Aquí está tu esposo que te ama y adora aún si has hecho cosas malas.--...--Los dedos de Héctor comenzaron a moverse encima de la piel ajena masajeando su cadera con cuidado.--...--Si, así, sólo no dejes de estar a mi lado. No importa lo mal que te sientas.<

Héctor sentía un picor molesto en sus ojos mientras sin darse cuenta, las lágrimas salieron de sus ojos.

Minying le había hecho daño con su desconfianza e infidelidad pero imaginar a su esposo tres metros bajo tierra le dio una bofetada feroz en sus sentimientos.

Tal vez Minying si lo había vuelto muy manso, casarse se llevó su parte más dura, vivir los mejores cinco años de su vida al lado del hombre que ama le hizo entender ciertas cosas que anteriormente no hubiera entendido como hoy.

No tenía la fuerza suficiente para irse.

--"¿En qué momento te convertiste en lo peor que me ha pasado?"--

--¡Mentí! ¡Mentí!--...--Remueve su cabello con rabia porque por supuesto que había mentido.--

¿Cómo pudo haberle dicho que fue lo peor que le había pasado cuando era todo lo contrario? Es que nadie le hizo sentir ni un poco de todo lo que Minying le hacia sentir, era increíble como pasaban los días y ese pequeño ser arisco y valiente se veía más bonito, acaparaba su corazón sin dejar espacio para nada más que no fuera el mismo.

Héctor sufrió con la indiferencia de Minying, sufrió al saber que le fue infiel con su mejor amigo, sufrió por todo lo que le dijo.

Pero todo se siente como una caricia ahora porque Minying estuvo a punto de morir y Héctor no fue a ayudarlo por no dejar de lado su arrogancia y orgullo.

Aún si nos ahogamos en un vaso de agua llegará el océano arrasando con todo a abrirte los ojos y demostrarte que hay cosas peores que pueden pasarte.

¿Algo peor que tu esposo te sea infiel con tu mejor amigo?

Por supuesto...

Que tu esposo, siendo lo que más amas desaparezca de la tierra porque ha sido asesinado mientras pudiste evitarlo.

Ahora es que Héctor se da cuenta de todo aquello. Si Minying no se defendía, ahora mismo Héctor estaría de pie en un cementerio frente la tumba de su esposo cargando con toda la culpa por ser orgulloso y arrogante.

Pero Minying estaba vivo recuperándose en un hospital.

Y aún si era así... Héctor sentía que indirectamente le había matado.

A sus pies tenía su mochila militar y ahí un arma que podría cambiar muchas cosas si sabía cómo usarla.

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Un hombre enfurecido daba caladas largas a su cigarrillo apresado entre sus gruesos dedos. Estaba siendo buscado por toda una nación, su reputación yace en el suelo, su hijo fue asesinado a sangre fría y todas sus desgracias se deben al mismo hombre.

--Señor Lim, esperamos su orden.--...--Sus trabajadores de confianza miran con preocupación a su jefe pues, era la primera vez que algo así pasaba en todo si imperio ilegal.--...--¿Qué quiere que hagamos?--

Lim hace una mueca sin expresar mucho.

--Por ahora nada.--...--Sacude el cigarrillo en su cenicero de cristal. Lo bueno de tener tanto dinero y poder es que los escondites elegantes no pueden faltar jamás, pero la libertad y prestigio de la que siempre gozó se le fue arrebatada.--...—Lee Minying es el culpable de mis desgracias y no voy a descansar hasta acabar con el, pero no será hoy mi mañana, hay que esperar que todo se suavice un poco y atacar. Nadie me jode la puta vida y sale ileso, iremos a por él... pronto.--