ISRAEL Llegue a la casa de mis queridos vecinos, con la pequeña garrapata detrás de mí, yo iba dispuesto a todo, pero con ella pegada a mí, es imposible. —Yo les diré que guarden silencio —Me informa la garrapata causando mi risa. —Jajajá y te harán caso, ¿cómo por qué? —pregunte ante la idea tan ilusa de esta niña —Porque si tú lo haces de seguro, los vas a asustar y no te harán caso —La garrapata sabelotodo todo —Bueno, veamos que tanto caso te hacen —le cedí el paso a la sabelotodo y me quedé a un lado para que no me vieran Ella tocó la puerta y los gritos y cosas rompiéndose dentro de la casa se detuvieron, al igual que la música y se escuchan unos pasos hasta que la puerta se abrió. —¿Y tú quién eres? —le grito el borracho de mi vecino y juro que quería matarlo ahí mismo, p