—¡Te odio con toda mi alma Henry! —Por más que trates es imposible, ya te marque eres de mi pertenencia —Todas las veces que quieras podrás violar mi cuerpo, tendrás una esclava en casa, hasta más hijos quizás tendremos, pero recuerda bien esto Henry Morel, nunca, nunca voy a rendirme, trataré de odiarte día tras día y ten por seguro que lo conseguiré y el día que lo haga me iré sin mirar atrás —Nunca podrás hacerlo, el lazo que nos une es irrompible, nos une el destino y una marca que no se puede borrar, además jamás dejarías a Rommel es tu hijo aunque lo niegues —Nunca lo negué, admito que antes no quise tenerlo, pero después de tenerlo en mis brazos no he dejado de adorarlo y cuidarlo más que a mi vida, pero eso a ti no te importa, es mejor que no vuelvas a tocarme Henry —¿O qué