"¿Hablas en serio?", la sorpresa asaltó a Natalie, lo que hizo que sus ojos se le pusieran grandes y bien abiertos.
"Yo soy el que debería estar más sorprendido", exclamó Tobias, pero esta vez sus ojos se sumergían en una extraordinaria profundidad.
Su madre lo ha estado obligando para que se case; por su parte, Natalie también necesitaba a alguien que la ayudara a deshacerse de su loca madre, por lo que las piezas en este tablero se veían dispuestas de mutuo acuerdo.
Quizás, ellos podrían aceptar esta situación y aventurarse a conveniencia con esta idea, era una oportunidad.
"Pero es que no me gustas", dijo Natalie con mucha seriedad.
Aunque este hombre era extremadamente guapo, seguía sin entenderlo y aún más era inverosímil para ella estar enamorada de un hombre al qu
