Después de haber tenido una larga conversación con Alexander, pero que no hubiera sido suficiente para ponerse al día, la muchacha había regresado a su trabajo, pero le fue difícil centrarse en lo que estaba haciendo... No era para nada fácil tener la mente en la labor, mientras Alex se presentaba en su mente.
—Desde que regresaste de casa de Alex, estás callada o puede que sea solo mi impresión. Sabes que puedes hablar conmigo, cuéntame qué pasa, hija —le pidió.
—Mamá, me siento sumamente confundida y culpable, porque desde que he visto de nuevo a Álex, he sentido algo en el pecho, me aplasta. Mirarlo así me afectó, quizá por todo lo que en el pasado hemos compartido, en todo caso se ha sentido mal verlo de esa manera. Me ha dicho que por todo lo que tiene que hacer en la compañía de
