Valerie
—¡Dios mío, Eli, ¿eres tú?! —exclamé.
—¡Hola Val! —dijo, atrayéndome hacia un abrazo de oso sofocante.
—¡Te ves genial! —dije emocionada.
Eli era muchas cosas cuando crecía, pero musculoso no era una de ellas. El ejército obviamente cambió eso. Ahora era todo músculo, luciendo un six pack que se notaba debajo de su playera beige. Eli tenía cabello n***o como yo, pero el suyo era corto. Probablemente medía unos cinco diez u once, al menos una cabeza más alto que yo.
—Traje cerveza —dijo, dándome un paquete.
—Me gusta la cerveza. —Sonreí.
—Bonito lugar —dijo Eli mientras se quitaba las botas.
—Gracias, es un alquiler. —Encogí los hombros. No necesitaba saber que vivía aquí sin pagar renta todavía.
—Tengo comida selectiva en la mesa de la sala. Siéntete como en casa —dije mi
