Ella me mira impactada, pareciendo no creer mi decisión. —Caio, no estás pensando claramente, nosotros... —No tenemos nada, Nicole, nunca hemos tenido nada serio y así seguirá siendo. No voy a cometer la locura de pedirte perdón frente a los medios por una traición que nunca ocurrió, porque no estamos juntos —digo yendo hacia la puerta y abriéndola para que se vaya—. Es mejor que te vayas. —Sabes que tu padre no va a aceptar esto, y los dos podríamos intentarlo —dice. Sonrío ante sus palabras, no entiendo por qué insiste tanto en esta locura. —Eso no va a pasar, y lo sabes —respondo. Ella respira profundamente, pero se va, pero antes se detiene y me mira fijamente. —¿Quién es ella? —pregunta. —¿Quién? —devuelvo la pregunta. Ella sonríe sin ganas. —¿La mujer que te hizo eso en el