Él sonríe y vuelve a besarme, comienza a subir mi vestido, levanto mis brazos para que pueda quitármelo; me quedo frente a él solo con ropa interior, me siento un poco avergonzada debido a que estoy un poco fuera de forma, parece que él lo entiende cuando intento cubrir mis pechos con las manos, porque me detiene. —Estás mucho más deliciosa que antes —dice, mirándome a los ojos. Sonrío ampliamente ante sus palabras. Caio me besa mientras abre el cierre de mi sujetador por la espalda con sus manos, lo quita y lo tira lejos, detiene nuestro beso y mira mis pechos, sonríe y veo que le gusta lo que ve. —¿Cómo lograste estar aún más deliciosa que antes, Suzan? —pregunta. —No lo sé —respondo avergonzada. Él chupa mis pechos con fuerza, haciéndome gritar de placer, pellizca uno mientras chu