Suzana Ferrari: Estoy conversando con mi cuñada Diana sobre cosas de embarazadas cuando veo a Alfredo entrar en la habitación con una bandeja enorme de desayuno. —Buenos días —saluda él al parar a nuestro lado. —Buenos días, Alfredo —todas respondemos juntas. —Vitor pidió que viniera a cuidar de tu alimentación —responde Stefany. Sonrío contenta, incluso aunque mi hermano esté molesto, él aún hace lo posible por cuidar de mí. —Agradécele en mi nombre —respondo. Ella asiente con la cabeza. —Este desayuno tiene muy buena pinta —digo refiriéndome a todo lo que hay en la bandeja. Veo que hay una botella de jugo, dos manzanas, un sándwich y un vaso. —¿Por qué no tengo yo uno de estos? —pregunta Diana irritada. —Porque no estás embarazada —responde Stefany. Alfredo sonríe con las pal