Me encontraba sentado en mi despacho, intentando analizar con delicadeza los documentos que tenía delante, pero me era imposible.
Ariana ocupaba la mayoría de mis pensamientos. En realidad, ella tenía mucho que ver en todas las cosas que estaban pasando últimamente en mi vida.
Ella era la hermana del hombre que me había traicionado y además, la había entregado al estúpido de Francisco que ahora, por culpa de ese maldito video, me tenía cogido por los huevos.
Me levanté de la silla, harto de no poder concentrarme. Decidí dar un paseo para despejarme.
No había podido quitarme de la cabeza cómo me encontré a Ariana minutos antes de hacerle el amor. Ella lloraba desconsolada y tenía la extraña sensación de que tal vez, también me ocultaba algo, así que decidí ir a ver a Brandon.
Cuando
