Habían llegado a la casa de Eros y Barbara estaba mejor, ya no estaba llorando a moco suelto como cuando estaban en el carro. —¿Quieres hablar?—le pregunto Eros a Barbara que estaba sentada en el sofá y le entrego un té de hierbas. Ella asintió lentamente dando un sorbo a su té, luego hizo una mueca — le falta azúcar. Eros sonrió le dió un beso en su cabeza y salió a buscar la azucarera para que ella pudiera agregarle la cantidad que deseara. —Gracias.— suspiró — él... Jeremías, fue mi novio en la universidad para ese entonces mi hermano me pagaba mis estudios... Los padres de Jeremías tienen dinero, lo conocí en una de las estúpidas fiestas que hacía mi madrastra... Ella estaba encantada con la idea de que nuestras familias se unieran — dió otro sorbo a su té — salimos por unos meses