Todo paso muy rápido. El chirriar de las llantas se escuchó a kilómetros y no solo de un carro sino de tres carros, era una catástrofe, una colisión con esos tres vehículos. El carro de Verónica tenía la parte delantera abollada y una Verónica mal herida dentro, solo la bolsa de seguridad le había salvado de no salir volando por el vidrio del carro, estaba inconsciente con cristales de vidrio incrustados en su cara y brazos, y tenía una herida en su cabeza que sangraba a exageradamente. La parte trasera de carro estaba inservible, tenía al tercer carro prácticamente fusionado con el de ella. El tercer carro, el que había golpeado el de Verónica estaba en las mismas condiciones con la diferencia de que su chófer estaba en estado crítico, a él también le protegió la bolsa de seguridad y