Sophie nuevamente fue la última en estar lista a pesar de no haberse hecho un maquillaje muy elaborado y llevando su cabello atado en una coleta muy alta, mientras se estaba poniendo los zapatos pensó en agregarle más picante a la noche ya que si sería la última en Paris deseaba algo inolvidable y arriesgado, con su pequeña cartera de cristales en mano salió del cuarto con la elegancia de siempre y al ir bajando las gradas no se pudo contener la risa al ver la cara de James. – Jamás imagine conocer a una mujer tan hermosa, tan perfecta... – le tomo la mano para hacerla girar – Mi precioso ángel de cabellos rojizos. – agarro su cintura para comenzar a bailar sin música. – Te ves muy guapo usando camisas con cuello alto. – se mordió el labio inferior mientras le seguía los pasos. – Pensé