Sophie no imagino que en una semana se pudieran adelantar tantas cosas para una boda, el lugar seria en una villa que James compro para ella, aunque todo era una sorpresa para navidad, pero le presento el lugar como una villa en Capo Ferro con un amplio jardín trasero que llevaba al mar, con frondosa vegetación y una casa de cinco dormitorios con un estacionamiento lo suficientemente amplio para todos los invitados, le dio especificaciones del interior de la enorme casona y para su buena suerte a Sophie le encanto todo el lugar. Las flores y la decoración del altar quedo a completo gusto de James, la organizadora de evento era muy eficiente y tenía los contactos necesarios para que todo estuviera listo en esas dos semanas, las invitaciones las escogieron juntos y serían entregadas ese día