RIXON
La mujer frente a mí luce consternada, casi diría que al borde de un colapso nervioso pues comienza a reírse como desquiciada mientras las lágrimas salen de a montones de sus ojos.
Doy un paso atrás.
—Me estás asustando—comento.
Sacudo la cabeza, los recuerdos de la noche anterior son difusos y confusos, creo que desde que salimos del casino que perdí la línea del tiempo e incluso de mis acciones porque no sé cómo, terminé desnudo con una mujer que conocí apenas hace unas horas.
Estoy tan confundido, la cabeza me arde hasta el punto de querer arrancarme la piel para sentirme mejor por lo que no entiendo bien cuál es la situación en realidad. Solo sé que la mujer frente a mí se está riendo demasiado o llorando, no lo sé.
—¿Podrías callarte? Tengo una jaqueca de los mil dem
