RIXON
Las fiestas jamás fueron de mi agrado pero dada mi posición siempre han sido una cosa cotidiana. Hasta hace unos meses acudía a celebraciones de casamientos de algunas personas que conocí, incluso de algunos ex compañeros de trabajo o de la secundaria y siempre me pregunté ¿Por qué demonios hacer una fiesta para celebrar que arruinaste tu vida con una mujer que solo busca tu dinero?
Más del sesenta por ciento de mis conocidos se casó y no por amor, sino que lo hicieron por la misma razón que yo al aceptar la idiotez de casarme con Olive, simple oportunismo. Los compromisos en nuestra sociedad son bien vistos e incluso pueden llegar a ser temas de conversación por temporadas completas si gastas un buen dineral en hacerlo y créanme que jamás quise entrar en ese maldito juego, solo ac
