Stephanie le fué sincera a su madre. —Lo siento hija te los puedo tener; me siento muy cansada, veremos si puedes encontrar a alguien qué los cuide. Elena le dijo sí y no, Stephanie se encontraba en un camino sin salida, durante muchos años había estado Sara. Ezequiel él hijo más grande de Stephanie pintó un dibujo para Sara, estubo toda una mañana, había pintado muchas estrellas y estaba ella junto con él. Una noche Ezequiel tenía fiebre estaba en casa de Elena. —Abuela, ¡Extraño mucho a mi Nana! —Hay hijo, no sé que hacer por ti, llamaré a mi hija. —Hola, hija tu hijo tiene fiebre y pregunta por Sara, la verdad estoy muy preocupada por mi nieto. —Madre todo se me complicó sin ella, la llamaré y le diré qué Ezequiel la extraña mucho. Sara aquel día qué Stephanie la había dejado