Stephanie, se sentía bien cuándo estaba en casa de Rebeca, se sentó como siempre, en él mismo lugar, Maximiliano, aún no le podía dar la sorpresa, esperaría qué mejor, sería cuándo estuvieran solos, él tomó sus labios y la besó. Stephanie no esperaba tanta algarabía de parte de Rebeca cuándo Maximiliano la besó, comenzó aplaudir, ella realmente la aceptaba, la tomó del brazo y dijo. —Hijo dale a ella lo qué le trajiste. —Hay mamá habíamos quedado qué sería, en otro momento. Maximiliano, no le quedó otra qué hacerle caso a su madre, entró a unas de las habitaciones qué estaban desocupadas, allí era dónde él había dejado los regalos, sobre una de las camas para huésped, él la tomó de la mano, la llevó hasta allí, se puso frente a ella. —Hermoso, pimpollo, mira lo qué te traje, ahora no