Stephanie entró a la habitacion dónde se encontraba su pequeño bebé, Miguel Ángel le sonreía, tenía sus mismos ojos cómo los de su madre, eran de color del mar, sus manitos tan pequeñas y él suave perfume, ella tomó en brazos a su bebé, y lo llenó de besos, estaba acostumbrada a dar amor, era una excelente madre.
La vida continuaba para la dulce Stephanie, debía seguir con su vida, criar a sus hijos sola, Willian la había dejado casi en la ruina, había vendido casi todo, solo se salvó la casa, a costa de la vida de Stephanie y sus hijos.
Elena su madre, llegó; no hizo ningúna pregunta, ayudó a su hija a preparar la comida, Miguel Ángel estaba casi de cuatro meses, debía comenzar a comer su papilla, Elena le preparó manzana rallada, él bebé le encantaba la comida de su abuela.
Elena se q
