Elena abrió los ojos, su madre se acercó a ella con un amor inmenso, de su rostro brotaban lágrimas, amaba a su hija más qué a su propia vida, de ahora en más estaba dispuesta ayudar a su hija en lo qué fuera. —Hija, no tengo de qué perdonarte, perdóname tú a mí, tienes qué ponerte bien, vamos a buscar a tu hijo. —Mamá, perdón. —No hables hija, todo estará bien. —Lo buscaremos y después veremos qué hacemos, Stephanie tiene qué saber qué tiene un hermano mayor. —De acuerdo madre, haremos lo qué tú digas. Stephanie, se acercó a su madre. —Mamá, ¿Qué pasó?,¿Porqué hiciste eso? —Por ahora no lo entenderás, lo sabrás más adelante hija. Stephanie y su padre, se preguntaban porqué Elena habría echo eso, tenía unos nietos maravillosos, de pronto entró él esposo de Elena, él le tomó sus ma