Rebeca le volvió a insistir a Maximiliano qué se quedará, prefirió qué su hijo esté con ella, qué en otra parte, ella se acercó a sus amigas, de pronto; sonó él timbre llegaron dos amigas más. —Madre, me habías dicho qué vendrían dos amigas y resulta qué siguen llegando. —Hijo, no te vallas, quédate, será una noche sensacional. —Bueno madre me quedaré. —Las amigas de Rebeca estaban todas muy bonitas disfrazadas él disfraz más feo era él de Rebeca. —Chicas, ¿Les parece qué mi disfraz pueda ganar? a mi me parece qué él mío es él más bonito ¿Tú qué dices hijo?—Madre, no opino nada mejor, me voy. En la casa de Rebeca comenzó él baile, ella trajo espuma y serpentina. Comenzaron a divertirse entre ellas, la hija de una de sus amigas se acercó a Maximiliano y lo sacó a bailar. —¿Bailemos?