Stephanie se levanta muy de mañana, recibe un llamado de Elena su madre. —Hola, mami ¿porqué tan temprano? —Hija te llamo para contarte, qué hoy llegó él gran día, mi hijo quiere verme, nos veremos en casa, me siento muy ansiosa. —Que bueno mamá, me alegro muchísimo, espero qué todo salga bien, cuídate ¡Mamá, te quiero mucho! La tarea para Stephanie aveces no parecía ser tan simple, aquella mañana además de qué a su hija Yaneth le dolía su rodilla, la niña tenía fiebre, Stephanie nunca pensó qué se sentiría tan sola, le hubiese gustado qué su matrimonio hubiese durado para siempre, pero su destino sería otro. Stephanie se acercó a su hija, le tomó la fiebre, tenia 39, era mucho. Stephanie aquella mañana llamó a la chica qué la reemplazaba cuándo no podía ir a trabajar. —Hola linda,